España va a registrar un goteo creciente de casos de coronavirus. Los afectados por esta patología procedente de China serán algunos ciudadanos con el sistema inmunológico deprimido y/o enfermos debilitados por otras patologías. ¿Debe cundir el pánico? No.

Pese al severo tono empleado por los CDC de Atlanta y otros organismos, el Covid-19 es una especie de gripe atenuada, si se me permite la expresión. Se trata de un virus menos letal que la «influenza» aunque su propagación puede que sea más rápida. Es cierto que no hay vacuna, pero más temprano que tarde surgirá un remedio que prevenga su irrupción y atenúe sus efectos: los efectos, insisto, de una gripe normal como la registrada durante los últimos años.

¿Están actuando correctamente las autoridades? Sí. El Ministerio de Salvador Illa ha actuado hasta ahora de manera ejemplar y ha sabido adaptarse a sorpresas como la italiana, en donde el rastreo de los primeros casos no fue todo lo brillante que debería.

Una coletilla introducida en el protocolo de actuación frente a los casos de infección en España, el punto B, invita a pensar que las autoridades dan por hecho que habrá más afectados y que se da por rota la cadena epidemiológica: cualquier persona hospitalizada por una infección respiratoria aguda en la que se hayan descartado otras etiologías infecciosas tendrá la consideración de posible caso. Esto generará caos organizativo en los hospitales pero tiempo habrá de hablar de ello.

Source: La Razon