¿Por qué compramos los medicamentos de una forma y las vacunas de otra? Unificar la adquisición de ambos productos farmacéuticos tendría notables ventajas para el Sistema Nacional de Salud (SNS), tal y como manifestó el ex secretario general de Sanidad, Javier Castrodeza, durante el curso de verano “En un mundo global las vacunas cuentan”, organizado por MSD y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

Durante el mismo, celebrado esta semana en Santander, planteó la necesidad de un cambio en el sistema de compra y que ésta tenga un tratamiento “rutinario, como el resto de medicamentos” en lugar del farragoso procedimiento actual, que se realiza desde los departamentos de Salud Pública a través de acuerdos marco de forma centralizada. “No puede ser que cada vez que una autonomía se retrasa, retrase la compra de todas”, lamentó. En su opinión, tampoco tiene sentido que para adquirirlas sea necesario acudir al Consejo de Ministros a aprobar un crédito extraordinario.

De acuerdo con esta idea se mostró Aquilino Alonso, ex consejero de Salud de Andalucía, quien reconoció que para la compra de vacunas “se hace una parafernalia espectacular” además de que, a su entender, su integración “no alteraría para nada el presupuesto en medicamentos”.

De hecho Andalucía es la única comunidad autónoma en la que vacunas y medicamentos se adquieren conjuntamente “y parece que les está yendo bien”, apuntó Amós García Rojas.

Y es que, como recordó, “el gasto en vacunas supone apenas el 1,5% del gasto farmacéutico”. Además, continúa, “nos quitaría mucho trabajo y sería una medida interesante si se respetara el presupuesto dedicado a Salud Pública ya que el 90% de éste está destinado a la compra de inmunizaciones”.

“¿Por qué no hacemos que se compre como un medicamento más y dejamos los presupuestos consolidados que tienen en Salud Pública para que desarrollen otras actividades?”, preguntó Castrodeza. De esta forma, continuó, “además, sería factible ajustar con la industria precios que hasta pueden ser más competitivos” pues en esa situación, a su entender, “sería mucho más fácil negociar con la compañía si en el ”trato” entraran todos los medicamentos del laboratorio si no se gestionara por separado la compra de las vacunas que la del resto de fármacos”, dijo.

Ahorro

De llevarse a cabo esta iniciativa podría generarse un ahorro económico que destinar a otras partidas o a mejorar la situación actual. Así lo entiende Agustín Álvarez Nogal, director general de Salud Pública de Castilla y León, quien explicó que “el calendario vacunal de un niño cuesta 242 euros el primer año de vida. Si tenemos en cuenta que cada año nacen menos en España quiere decir que se puede dedicar más dinero a implementarlo. Y, por cien euros más se les pueden poner todas”, dijo, a propósito de la incorporación de nuevas inmunizaciones en el calendario nacional de vacunación (que tanto esfuerzo costó unificar) y la controversia suscitada por la “ruptura” se éste por parte de alguna autonomías (como la suya) para incorporar vacunas extra.

Source: La Razon