Frederlin Castro | @fr3djcd

Los Nets de Brooklyn parten nuevamente como favorito para la venidera campaña. Un combinado de los Nets, saludable con Durant, James Harden y Kyrie Irving no debe tener problemas en conquistar el anillo.

No obstante, con ese trío, todo puede pasar. De lo mejor, a lo peor. Si bien es cierto que una lesión de tobillo sacó de contienda a Irving en el momento crucial, el sensacional base también se perdió varios compromisos en la serie regular por razones personales. Así como talentoso, igualmente es impredecible.

Los Bucks aprovecharon las circunstancias, con mucho mérito, y prevalecieron. Pero en este torneo el Este se perfila incluso más complicado.

El Heat de Miami, finalista un año antes en la ‘Burbuja’, sustituyó a Goran Dragic por el veterano armador Kyle Lowry, quien le dará otra dimensión al equipo. Además, podrán contar finalmente con Victor Oladipo.

Pero, quizás, el golpe más mortal -especialmente para los Bucks, es la firma de PJ Tucker. El extrovertido delantero fue pieza clave en el esquema defensivo de Milwaukee, especialmente en la semifinal contra Nets. Su carácter reforzará un Heat que, ya de por sí, es uno de los equipos con más personalidad en la liga.

Los Bucks perdieron a Tucker, pero añadieron a Grayson Allen, Rodney Hood y retorna George Hill.

Por otro lado, de los Sixers de Filadelfia, inevitable rival de conferencia, no sabemos con certeza lo que traerán esta campaña. Ben Simmons no se reportará a los entrenamientos de pretemporada, tratando de forzar un canje a otro destino.

Dependiendo lo que consigan los Sixers en la transacción, podremos deducir sus posibilidades de campeonato.

Por su parte, los Hawks de Atlanta retuvieron a sus coestrellas John Collins y Clint Capela, que junto a Kevin Huerter y Bogdan Bogdanovic, buscarán ayudar a Trae Young a demostrar que lo que hizo el equipo el pasado año, no fue mera casualidad. Súmale los diamantes en ascenso De’Andre Hunter y Cameron Reddish.

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