El humo del tabaco en la ropa también contamina

Las normas y leyes restrictivas con los fumadores han ido haciéndose hueco en todos los países. Con ellas se pretende controlar un hábito y además intentar no perjudicar a los no fumadores. Por eso, hasta ahora, se consideraba que salir fuera del edificio o incluso fumar en las cercanías de un hotel o negocio, era suficiente para que los no fumadores no inhalaran las sustancias nocivas que incluyen el tabaco. Un estudio publicado esta semana en “Science Advances” desvela que ni siquiera las buenas intenciones pueden evitar que nuestra ropa transporte lo que queremos mantener en el exterior al exterior de nuestros trabajos, comercios e incluso hogares.

Según el estudio, existen fumadores de primera mano, fumadores de segunda mano, aquellos que no fuman pero se ven afectados por el humo y las sustancias de los cigarrillos, y ahora aparece una nueva víctima, el fumador de tercera mano. Se trata de la contaminación que sufren las superficies y espacios con las sustancias de los cigarrillos y que otros inhalan viajando en el polvo o los gases. Como el humo de esta tercera clase de fumador no se ve, sus efectos pasan más desapercibidos.

En la investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Yale, se observó una sala de cine bien ventilada en la que se había prohibido fumar durante 15 años y durante cuatro días, el equipo midió el aire en el teatro antes y durante la película. Los investigadores se encontraron entonces con que algunas sustancias químicas como el benzeno eran más frecuentes cuando los espectadores entraban en el cine y fueron disminuyendo paulatinamente durante la proyección. Durante el período de una hora alrededor del horario de películas con clasificación R (las películas en dónde únicamente se admite a los menores de 18 años en conjunto con un adulto), las emisiones promedio fueron equivalentes a uno a 10 cigarrillos de humo de segunda mano», dijo Roger Sheu a la publicación “Discover Magazine”.

Si bien se sabe que el humo de primera mano y de segunda mano causa complicaciones de salud, existe la posibilidad de complicaciones de este nuevo humo de tercera mano. Se deben realizar más investigaciones para examinar si factores como el tipo de ubicación en interiores, o incluso la marca de cigarrillos, afectan la cantidad de “descarga de gases”, dicen los autores. Así que ahora la fuente del humo y de las sustancias peligrosas no sólo es el fumador, sino también su ropa.

Source: La Razon

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