El buen dormir, aliado contra el catarro y la gripe

Durante los meses del recién estrenado otoño y del invierno por llegar se extiende cada año la llamada “temporada de gripe”, esa enfermedad infecciosa del aparato respiratorio provocada por el virus de la influenza que afecta anualmente a cientos de miles de españoles: casi 800.000 en la temporada 2017-2018, según el Instituto de Salud Carlos III y les provoca la aparición súbita de fiebre alta, dolores musculares, cefalea, tos seca, dolor de garganta, rinitis y malestar general importante. Síntomas parecidos –que no idénticos ni de igual intensidad y duración– a los del resfriado común del que no habrá vacuna que nos libre –al contrario que de la gripe– un par de veces a los adultos y hasta ocho veces a los niños en esta temporada otoño-invierno 2019-2020.

La vacuna contra la gripe, cuya composición varía cada año en función de las tres o cuatro cepas que se considera serán las predominantes, protege ya en nuestro país al 40-60% de la población que la recibe (especialmente niños, personas mayores, personal sanitario y ciertos enfermos crónicos). Sin embargo, contra el resfriado común que provoca otro tipo de virus (los rinovirus, muy diversos y de rápida variabilidad) todavía no tenemos más prevención que las medidas de higiene de toda la vida. Lograr una “vacuna universal” dirigida a la parte común de todos los virus gripales sería la pica en Flandes de la investigación biomédica y se está avanzando hacia ella por distintas vías, pero falta camino por recorrer.

Entre tanto, en los procesos tan comunes y frecuentes de estas dos enfermedades víricas, lo que más preocupa a cuatro de cada diez pacientes es, según los estudios globales y anuales de Vicks sobre resfriado y gripe, la falta de sueño y de descanso porque aseguran que cuando están enfermos se despiertan casi tres veces de media cada noche por los síntomas asociados a las dolencias (sobre todo, por la tos y la congestión nasal). Además, cuando una persona tiene gripe o catarro, toda la familia duerme menos: el 63% de las madres y el 53% de los padres.

Esas noches en vela pasan factura no sólo a la mañana siguiente (cansancio, dificultad para concentrarse, mal humor) sino en la propia batalla de nuestro cuerpo para combatir la infección. El valor terapéutico del sueño reparador fortalece nuestro sistema inmunológico, según una reciente encuesta entre médicos alemanes.

Neil Stanley, experto británico del sueño tras 37 años de investigación y autor del libro “Cómo dormir bien”, corrobora ese valor terapéutico del “bien dormir’’»: “El sueño es vitalmente importante. Algunos anticuerpos y células que luchan contra las infecciones disminuyen si no descansas bien y suficiente. Por eso, si estás enfermo lo mejor que puedes hacer es dormir”. Y, si no lo estás, también porque, según las palabras del doctor Stanley, “cuanto menos duermes más probable es que te acatarres si te expones al virus”.

Según los datos de este experto, durante un catarro se duerme un 5% menos de lo habitual si no se combaten sus síntomas ya que casi la mitad de los pacientes (el 49%) se despierta entre una o dos veces por noche, pero el 4% lo hace entre tres y cinco veces, lo que supone un “problema médico”.

Quizá a la luz de esas cifras, el doctor Neil Stanley decidió asistir al encuentro con la prensa europea que Vicks ha celebrado con una jornada de puertas abiertas en su planta de producción de Gross-Gerau (cerca de Frankfurt, Alemania) para conmemorar los 125 años de la marca y de su producto estrella: el bálsamo Vicks VapoRub para el alivio inmediato y duradero de los síntomas que más interrumpen el sueño nocturno en los procesos catarrales y gripales: la congestión nasal y la tos.

La fórmula del éxito

Sólo en Europa se venden cada año 23 millones de unidades de esta pomada que se fabrica bajo estrictos estándares de calidad a un ritmo de entre 180 y 300 envases por minuto según la temporada del año y se distribuye en 71 países del mundo y está compuesta por aceites esenciales de trementina y eucalipto, alcanfor, mentol y una suave parafina blanca.

Tal y como explicó la dotora Gillian Philipson, bioquímica y directora del programa global de Comunicación Científica Respiratoria de Procter&Gamble (propietaria de la marca Vicks), “gracias a ese excipiente de parafina de gran pureza los vapores terapéuticos del bálsamo mantienen su eficacia durante ocho horas”. Un tiempo tan de agradecer como que el efecto descongestionante nasal se sienta en apenas un minuto y el calmante para la tos en 15 minutos, según distintos estudios clínicos citados por Gillian Philipson.

La doctora quiso subrayar durante su intervención en el acto de aniversario de la marca Vicks que “no se conocen interacciones de Vicks VapoRub con otros medicamentos”.

Source: La Razon

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