Alrededor de medio centenar de manifestantes comenzaron a lanzar cócteles molotov y piedras contra un depósito de la venezolana Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada), lo que provocó la intervención de los agentes.

Esa unidad de las fuerzas venezolanas está muy cerca del único puesto de combustibles en esa zona, que es de la empresa venezolana PDVSA y que ha permanecido cerrado durante todo el día.

Los incidentes comenzaron cuando un grupo reducido de los cientos de manifestantes, que se congregaron en la zona neutral de la frontera entre ambos países para acompañar el frustrado envío de la ayuda, comenzaron a tirar piedras contra las autoridades venezolanas.

Posteriormente lanzaron varios cócteles molotov contra ese depósito, sin que reaccionaran, en un primer momento, los agentes venezolanos.

Sin embargo, pasados unos minutos, los soldados venezolanos comenzaron a lanzar bombas lacrimógenas y a cargar contra esos revoltosos con la intención de hacerles retroceder hacia la localidad de Pacaraima, en Brasil, según pudo constatar Efe.

En paralelo, la Policía del estado brasileño de Roraima entró en acción para intentar llevarse a esos manifestantes hacia el interior del territorio brasileño y calmar así los ánimos.

En esa zona neutral, que tiene una longitud de unos 600 metros, ondean a mitad de camino una bandera de Brasil y otra de Venezuela, si bien esta última fue bajada por los antichavistas y llevada con ellos como si se tratase de un trofeo, según presenció Efe.

Dos camionetas con matrículas venezolanas llegaron este sábado al límite fronterizo, procedentes de la ciudad de Boa Vista, capital del estado de Roraima (norte), donde el Gobierno brasileño, en cooperación con Estados Unidos, ha reunido cerca de 200 toneladas de víveres y medicamentos.

Los dos vehículos, que solo consiguieron transportar una pequeña parte de esas 200 toneladas, permanecieron durante algunas horas en una zona considerada neutral y a unos 300 metros de distancia del puesto fronterizo venezolano, pero luego se retiraron ante el temor de disturbios, lo que efectivamente ocurrió poco después.

La frontera entre Brasil y Venezuela permanece cerrada desde el jueves, cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó la clausura de la misma para impedir el ingreso de la ayuda humanitaria.

La ayuda humanitaria fue solicitada por el jefe del Parlamento de Venezuela, Juan Guaidó, quien se proclamó en enero pasado presidente de ese país al considerar a Maduro un «usurpador» del Poder Ejecutivo.

Guaidó ha sido reconocido por unas 50 naciones, entre ellas Estados Unidos y Brasil.

EFE / RA