Zidane perdona, pero no olvida. El técnico del Real Madrid pone una sonrisa de puertas a fuera, pero gasta cara de pocos amigos fuera de cámara.
El plan de ‘Zizou’ era uno: salía Gareth Bale, entraba Kylian Mbappé.
Zinedine tenía marcado en rojo la llegada del que considera es el jugador que marcará una época en el fútbol europeo a corto/medio plazo.
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