Desayuno: Tomar azúcares añadidos y grasas «trans» agrava el TDAH en niños

La teoría está muy clara, pues incluso nos la recuerda el refranero popular: «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». Sin embargo la práctica falla, ya que tan sólo el 25% de los españoles realiza la primera comida del día de forma adecuada, cifra que cae estrepitosamente cuando se trata de los niños, pues únicamente el 2,8% de los menores de 16 años lo hace con calidad, según el informe «Estado de situación sobre el desayuno en España», publicado esta semana por la Fundación Española de la Nutrición, FEN, con motivo del Día Nacional del Desayuno celebrado el martes 13 de febrero.

Pero eso no es todo, ya que, además de desayunar mal, algunos, incluso, van un paso más allá y ni siquiera comen nada al levantarse. En concreto, el 9% de los españoles no desayuna «por ausencia de hambre o por falta de tiempo», dato que crece hasta el 11% entre los niños y los adolescentes, que llegan a la escuela y al instituto sin haber ingerido ningún tipo de alimento.

No desayunar o hacerlo mal pasa factura a la salud, principalmente en los niños, ya que, según los expertos, agrava los problemas de rendimiento y de atención en la escuela. «La evidencia científica certifica que hay una alta relación entre el hecho de desayunar productos muy ricos en azúcares añadidos y en grasas saturadas con los problemas de aprendizaje y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad, TDAH», asegura Tomás Ortiz, director del Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, quien explica que «la glucosa y las grasas son necesarias para el funcionamiento del cerebro, pero cuando hay un exceso de esas sustancias, principalmente si proceden de alimentos procesados que implican grasas ‘‘trans’’ o saturadas, sal y azúcares añadidos, empeora el rendimiento y la capacidad de concentración. Y todo esto se acrecienta cuando, además, el niño duerme mal y está poco hidratado».

Sin embargo, todavía hacen falta más estudios que confirmen la relación directa entre un mal desayuno y el desarrollo del TDAH. «No está demostrado que la dieta por sí sola pueda influir en esta enfermedad, pero desde luego es uno de los pilares más importantes a cuidar y en los que trabajar, ya que resulta muy frecuente que los niños con este trastorno, que afecta a un 7% de los menores en edad escolar, no coman bien», afirma Javier Quintero, jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid y director de Vithas Kids, especializado en psicología y psiquiatría para niños.

Source: La Razon

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