Confesión general
Hacer balance de los pecados y decírselos al confesor es una excelente manera de enfrentarse a un anuario. Este artículo lo es. No voy a repasar en él lo que en los últimos doce meses ha sucedido en el ámbito de la salud y de la enfermedad. Sacrosanto deber de todo el mundo es velar no sólo por el alma, sino también por el cuerpo que le sirve de vehículo entre el nacimiento y la muerte. Después de ésta ya se verá. Soma sema, decían en griego clásico los filósofos de la Hélade. O lo que tanto monta: el cuerpo es una tumba. Bueno, bueno…Ir a noticia