La compra de productos chinos para el combate al nuevo coronavirus se ha convertido en un dolor de cabeza para varios países de Europa.
A medida que la pandemia se iba expandiendo por el viejo continente, algunos gobiernos han recurrido a China para conseguir productos sanitarios básicos que luego han tenido que desechar o devolver entre denuncias de problemas de fiabilidad.
Source: El universo