-Hay quien dice que cada vez comemos más seguro, pero menos sano. ¿Es cierto?
-Por el estilo de vida moderno, cada vez comemos más fuera de casa o utilizamos alimentos preparados de forma industrial. A raíz del Síndrome de la Colza en los años 80, hubo unos avances enormes en la seguridad alimentaria en nuestro país. Y estos se potenciaron con la entrada de España en la Unión Europea. Existe una red que constantemente intercambia información sobre alertas y problemas de seguridad alimentaria. Por lo tanto, yo diría que el abastecimiento de productos desde punto de vista higiénico es bastante seguro en España.
-¿Cuáles son los alimentos que menos controles pasan?
-Los caseros. El botulismo, por ejemplo, es una enfermedad producida por una bacteria: la Clostridium botulínicum. Para evitar su crecimiento, la industria sigue a rajatabla unas tablas con tiempos de cocción y controla el PH con el fin de destruir las bacterias y sus esporas. Esto no ocurre en los productos caseros, en las que los tiempos pueden ser insuficientes, existiendo riesgo de que accidentalmente se dé algún caso de botulismo.
-Dónde hay más peligro, ¿en nuestra casa por nuestros hábitos o en las empresas que a lo mejor no observan la higiene cómo deberían?
-En las casas por la elaboración de alimentos sin las medidas higiénicas suficientes. Otro problema puede estar en los establecimientos de hostelería que no sigan las normas higiénicas adecuadas.
-¿Los etiquetados favorecen la información tal y como sería deseable?
-Proporcionan información adecuada. Un problema es el de alimentos que se importan clandestinamente de países de fuera de la Unión Europea y que no estén etiquetados correctamente en español, lo que es ilegal.
Source: La Razon