Una errónea decisión dental limita la vida de un paciente
Tendemos a no conceder a la boca la importancia que tiene. Es esencial no sólo en funciones como la masticación o el lenguaje, sino en nuestras relaciones sociales y nuestra calidad de vida. Con ella transmitimos sentimientos, estados de ánimo y afecto. Por ello, cuando la boca falla, fracasa todo. Así le ocurrió a Verónica quien, tras someterse a un tratamiento de implantología dental, empezó a experimentar terribles dolores durante años. Y es que la boca es salud, y con la salud no se juega. “Durante más de cinco años mi dieta se compuso de purés, tortillas y calmantes. Y podría contar con los dedosIr a noticia