Irrumpe en España el primer banco de flora intestinal
Andrés recuperó su vida hace un par de meses. Llevaba ocho con fuertes dolores abdominales e, incluso, tuvieron que ingresarle en el hospital en varias ocasiones. La infección que había contraído por la bacteria Clostridium difficile estuvo a punto de acabar con su vida si no fuera por su el trasplante fecal que le practicaron. La efectividad de las heces para resolver esta situación resulta tan chirriante como efectiva. Sin embargo, su principal hándicap fue encontrar a un donante: su mujer y su hija fueron descartadas al padecer la enfermedad de Crohn, por lo que la intervención se demoró bastante en el tiempo. “No podíaIr a noticia