La Jiménez Díaz abre los mejores quirófanos de la Sanidad pública

La tecnología de última generación llega a los pacientes del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid porque acaba de inaugurar un nuevo bloque quirúrgico dotado con la tecnología de imagen más avanzada del panorama sanitario nacional. Cuenta con dos quirófanos híbridos, uno comunicado con resonancia magnética intraoperatoria y cuatro polivalentes, tres de ellos dedicados prioritariamente a intervenciones de Traumatología y uno a las urológicas. En total, siete salas de intervención que abarcan más de 1.000 metros cuadrados y conforman la primera fase de construcción del nuevo bloque quirúrgico del centro, y que se completará el próximo año con una segunda zona con otros tantos quirófanos.

«La nueva área quirúrgica de la Fundación Jiménez Díaz incluye dos quirófanos híbridos, es decir, con imagen integrada, y el primero de la Sanidad pública de España que dispone de resonancia magnética de alto campo intraoperatoria, de lo cual nos sentimos especialmente orgullosos», ha explicado la doctora Ana Leal, subdirectora médica del centro, apuntando que «este tercer quirófano permitirá evaluar en tiempo real si la extirpación de tumores cerebrales es completa, lo que ayudará a mejorar el pronóstico y a disminuir las reintervenciones».

En este sentido, el Dr. Luis Muñoz, jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación y responsable de quirófanos del hospital explica que «en el nuevo bloque quirúrgico participarán todas las especialidades quirúrgicas, ya que, cuando esté completado, contará con 18 quirófanos, la mayoría de los cuales serán polivalentes. En cuanto a los quirófanos híbridos, serán utilizados por los servicios de Cirugía Vascular, Cardiología, Radiología Intervencionista, Neurorradiología, Traumatología-patología de columna y Neurocirugía».

Un quirófano híbrido es una sala quirúrgica equipada con sistemas avanzados de imagen de radiodiagnóstico que ayudan a los cirujanos a realizar procedimientos complejos de forma más sencilla y rápida, y de forma mínimamente invasiva. Así, «permite a los cardiólogos llevar a cabo procedimientos estructurales como el implante transcatéter valvular aórtico o TAVI; a los traumatólogos cirugías de columna con realidad aumentada; y a los cirujanos vasculares la colocación de prótesis sofisticadas en menos tiempo y mucha más seguridad», explica Muñoz.

Entre las ventajas de esta dotación tecnológica, el Dr. César Aparicio, jefe del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de la Fundación Jiménez Díaz, señala la mayor seguridad y calidad de imagen con la que se realizan muchos procedimientos: «la integración de un quirófano amplio y bien equipado con la última tecnología en radiodiagnóstico nos permite realizar, con la esterilidad necesaria, procedimientos híbridos que antes sólo podíamos practicar de forma independiente en el quirófano o en una sala de radiología».

En cuanto al otro valor diferencial de la nueva área quirúrgica de la Fundación Jiménez Díaz, el quirófano con acceso directo al equipo de resonancia magnética, en él los neumólogos pueden realizar punciones de nódulos pulmonares, utilizando imágenes de referencia de tomografía computerizada fusionada con imagen radiológica, en procedimientos muy seguros; y los neurocirujanos operan columnas cervicales o lumbares fusionando igualmente los dos tipos de imágenes para asegurar una correcta colocación de los dispositivos implantables, e intervienen tumores cerebrales con una mayor capacidad de extirparlos completamente y evitar cirugías secundarias o recidivas.

Además, si la resonancia magnética resulta fundamental para esta especialidad, al ser la base sobre la que se planifica una intervención, se definen los límites de la extirpación del tumor y se realiza incluso el control postoperatorio, disponer de esta información en tiempo real, durante la operación, supone una mejora crucial en Neurocirugía, tal y como destaca el jefe de este servicio en el hospital madrileño, el Dr. Julio Albisua.

Como apunta este experto, «estos quirófanos permitirán realizar cirugías mediante nuevos procedimientos a pacientes muy complejos con alto grado de morbilidad y alto riesgo de mortalidad intraoperatoria con el sistema clásico, ya que el nuevo sistema supondrá una agresión mucho menor para el organismo del paciente». A corto y medio plazo, esto reduce complicaciones postoperatorias y secuelas.

Source: La Razon

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