La Facultad de Medicina del CEU investiga la alergia alimentaria en lactantes

La profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Marina Pérez Gordo, con una amplia experiencia como investigadora en el campo de la alergia alimentaria, lidera un proyecto basado el estudio de la microbiota intestinal y su relación con la adquisición de tolerancia a alérgenos alimentarios en edades tempranas. La Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica (SEAIC), ha premiado su labor con una Ayuda de Investigación, de tres años de duración, para la consecución de dicho proyecto.

El estudio, que aunará técnicas genómicas y metabolómicas, permitirá el diseño de estrategias de intervención, así como la evaluación de factores de riesgo que aconsejen estrategias de prevención para el posible desarrollo de una alergia alimentaria.

Se llevará a cabo en el Instituto de Medicina Molecular Aplicada (IMMA) de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, en el Centro de Metabolómica y Bioanálisis de la Facultad de Farmacia de la misma Universidad (CEMBIO) y en el Instituto de Catálisis Pretroleoquímica (ICP) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con los Hospitales Niño Jesús de Madrid y Hospital Gregorio Marañón. El proyecto se engloba dentro de la línea de investigación de Inflamación y Alergia del IMMA, liderada por el director de dicho Instituto, Domingo Barber, y servirá para el desarrollo de la tesis doctoral de Elisa Zubeldia, estudiante predoctoral CEU en la actualidad.

Las enfermedades alérgicas presentan un incremento constante en nuestra sociedad, no solo en prevalencia sino en gravedad clínica, con un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y un elevado coste económico para la sociedad.

La alergia alimentaria es una patología que afecta al 8% de la población infantil en países industrializados. Entre los alimentos más prevalentes, motivo de consulta en los servicios de Alergología, se encuentran la leche y el huevo. Aunque se considera que en el 80% de los casos en los que los bebés son alérgicos a estos dos alimentos desarrollan tolerancia a los cuatro años de edad. Con esta información se pretende afirmar que la adquisición de tolerancia es cada vez más tardía.

La patogénesis de la alergia alimentaria, así como la adquisición de tolerancia oral es muy compleja y no se conoce con exactitud. No obstante, se cree que las bacterias comensales con las que convivimos en nuestro intestino, denominadas en su conjunto microbiota intestinal, juegan un papel fundamental en el modelado del sistema inmune en los primeros meses de vida. Perturbaciones en la composición de la microbiota intestinal, o disbiosis, podrían tener efecto en la etiología de las alergias alimentarias.

En la composición de la microbiota intestinal el modo de nacimiento es muy importante. Los niños nacidos por vía vaginal sufren una colonización de las bacterias que se encuentran en la vagina materna mientras que los que nacen mediante cesárea tienen una menor diversidad de especies y son colonizados por bacterias anaerobias facultativas del ambiente hospitalario y por especies propias de la piel de la madre. Existen además factores genéticos y/o medio ambientales en el entorno de la madre y en el del niño, como son la dieta, la ingesta de antibióticos, la composición en oligosacáridos de la leche materna, entre otros. Esto puede provocar disbiosis en los niños y por tanto hacerles más susceptibles al desarrollo de alergias alimentarias.

Source: La Razon

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