El CEU investiga cómo aumentar el potencial de la fresa como alimento funcional para prevenir problemas de salud

Investigadores del grupo de `Biotecnología de la Interacción Planta-Microbioma’ de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU San Pablo, están trabajando en el estímulo del metabolismo de algunas plantas para conseguir alimentos biofortificados, con efectos beneficiosos sobre la salud. Para conseguirlo, estimulan a la planta con probióticos, que son agentes naturales que preseleccionan, ensayan y producen en los laboratorios de la Facultad de Farmacia de la Universidad.

Estos probióticos estimulan el sistema inmunitario de la planta, lo que hace que, la planta sea “inmunizada”, frente a la posible llegada de un patógeno, permitiendo que el agricultor utilice menos pesticidas.

Por otra parte, esta inmunización se traduce en compuestos bioactivos de interés en la prevención de determinadas enfermedades humanas a través de la dieta. Una vez que el probiótico se ha producido en el laboratorio, se realizan ensayos en dicha planta, en las cámaras de cultivo y en el invernadero del Campus de Montepríncipe, y, posteriormente, se prueba en el campo comprobando la biofortificación de los productos y sus efectos en determinados marcadores sobre la salud.

Entre los cultivos estudiados, la investigación más relevante se ha centrado en los llamados frutos del bosque (berries, fresa, mora, arándano entre otros), que son frutos con efectos muy beneficiosos para la salud. El grupo de investigación colabora con las empresas Grufesa, y AMC Chemical en el proyecto ‘Desarrollo de una nueva tecnología integral basada en diferentes bioefectores para alargar la vida útil de la fresa y potenciar sus efectos saludables’, se encuentra financiado por dichas empresas y por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), adscrito al Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

El objetivo de este proyecto es desarrollar una nueva tecnología integral capaz de mejorar la calidad de la fresa utilizando un menor aporte de agroquímicos, contribuyendo de este modo a la seguridad alimentaria dentro de una agricultura sostenible. Además, se espera alargar la vida postcosecha de la fresa. Desde el punto de vista de la producción y la comercialización, la fresa tiene un período útil de consumo muy corto debido a la facilidad con que se deteriora el fruto por el efecto de microorganismos patógenos, alterando su calidad nutricional y su interés como alimento saludable.

Con este proyecto basado en el desarrollo de tratamientos innovadores, como nuevas tecnologías de aplicación de bioefectores biológicos y naturales a base de probióticos y extractos vegetales, se pretende mejorar la calidad del fruto y su durabilidad postcosecha, proporcionándole un valor añadido al producto de gran interés económico.

En el grupo de investigación, liderado por el catedrático F. Javier Gutiérrez Mañero, participan los profesores de Fisiología Vegetal Beatriz Ramos, José Antonio Lucas, Ana García-Villaraco y Alfonso Bonilla Martínez, los investigadores de doctorado Helena Martín y Enrique Gutierrez y técnico de investigación Angela Budia.

Source: La Razon

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