«La misión de la unidad en un circuito de motos es tener la misma capacidad que una UCI»

1- ¿Cómo es el dispositivo médico que se realiza en torno a un premio de motociclismo?

El dispositivo médico que nosotros desplegamos en cada circuito es multidisciplinar: incluye unidades médicas y paramédicas en zonas estratégicas del circuito; un centro médico con unidades de traumatología, cirugía y neurocirugía así como de radiología digital y Unidad de Cuidados Intensivos; y también consta de dos unidades de UCI medicalizadas en pista y una unidad de rehabilitación y fisioterapia.

2- ¿Cuáles son los profesionales desplazados hasta allí y cuáles son los que intervienen en caso de accidente?

El equipo se encuentra integrado por profesionales desplazados de forma estratégica a cada curva del circuito y las dos unidades de medicina intensiva medicalizadas y mecanizadas, que son los que intervienen en caso de accidente. En total, el equipo está formado por 80-90 personas entre médicos, paramédicos e intensivistas, que pueden variar en función de la longitud del circuito.

3- ¿Cómo es la coordinación entre la «pista» y el centro de referencia?

La coordinación médica en cada carrera se hace a través de la «Race Direction» –dirección de carrera–, que está formada por el CMO –Chief Motor Officer– de cada circuito, un Medical Officer de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y el director médico del Mundial de MotoGP, coordinado por el director médico de moto GP. En caso de accidente grave se comunica desde la Race Direction la bandera roja («red flag») con lo que se paraliza la prueba y las unidades medicalizadas asisten al punto del accidente.

4- ¿Cómo ha sido la evolución desde los inicios hasta la actualidad?

Con el paso de los años el aspecto médico en el Mundial de Motociclismo ha cambiado mucho. En los últimos 20 años la asistencia médica en los circuitos no era profesional, era más precaria, pero con la llegada de Dorna (la empresa organizadora del Mundial de Motociclismo que se celebra bajo la marca MotoGP) junto a FIM, las cosas fueron cambiando y se aportó una mayor profesionalidad, tanto médica como tecnológica, que ha llevado a reducir la morbilidad y la mortalidad, así como a controlar las consecuencias posteriores a las caídas.

5- ¿Cuál ha sido el papel de la tecnología en este progreso?

Ha sido muy importante porque en los últimos 10 años tanto en los centros médicos de cada circuito como en los equipos de Dorna-FIM, han hecho una apuesta muy importante sobre todo en la incorporación de la radiología digital, ecografía y aparataje de diagnóstico. En la actualidad contamos en la mayoría de circuitos con alta tecnología de diagnóstico (TAC y radiología digital).

6- A pesar de los grandes avances y diferencias, ¿cuáles son hoy los desafíos?

El desafío más importante es la salud del piloto. Nuestro punto de inflexión final en todo esto es que éste tenga las máximas garantías y que en caso de que sufra cualquier tipo de accidente, pueda tener la tranquilidad de contar con profesionales que se encargarán de controlar las lesiones que se produzcan. Además, el hecho de que constantemente apostemos por protocolizar circuitos y estar al día de los avances médicos y tecnológicos, hace que vayamos incrementando la seguridad en la pista.

7- Ante a los grandes accidentes, ¿cuál es exactamente el protocolo?

Desde «Race Direction» cuando se apercibe de que hay un accidente politraumático severo de alta intensidad, se emite la bandera roja y en ese momento la carrera queda paralizada y los Omega 1 y Omega 2, los coches medicalizados de intensivos, se dirigen a la zona del siniestro. Una vez allí, los médicos que han atendido inicialmente al piloto dejan paso a estas dos unidades formadas por especialistas en intensivos, anestesistas y paramédicos especializados en pacientes críticos cuya misión única es la estabilización de la vía aérea y hemodinámica del piloto, para asegurar así que, independientemente del traumatismo, se pueda mantener vivo al piloto, trasladándolo por vía aérea si es necesario al hospital de referencia de cada ciudad. La misión de esta unidad no es de diagnóstico sino de reanimación cardiopulmonar y estabilización hemodinámica. Son unidades capaces de realizar, como en cualquier hospital, todo el trabajo de una UCI, así como de medicina invasiva, en la misma pista. Y todo ello coordinado por el director médico.

8- Y en los que no comprometen la vida del piloto, ¿cómo se actúa?

En el caso de que las lesiones o el accidente que se produzca no sean severos, en los puestos que se colocan estratégicamente según reglamentación del código de la FIM, actúan los médicos y paramédicos atendiendo al piloto y facilitando con garantías médicas su traslado en ambulancia al centro médico del circuito donde se procederá a la exploración del piloto, y en caso necesario, al hospital de referencia de cada circuito.

9- ¿Qué es lo que se puede hacer en las pistas y qué se deja para los centros hospitalarios?

En el centro médico, sobre todo en pacientes no críticos, se realiza el tratamiento incial de las fracturas consecuentes a la caída y si requieren cirugía, se trasladan a los centros hospitalarios de referencia.

10- ¿Hasta qué punto resulta complejo la preparación de este tipo de dispositivos?

La complejidad es distinta en cada circuito. No es complejo sino que está todo protocolizado. Cuando vamos a los circuitos ya tenemos una normativa de control por la normaltiva de la FIM y de lo que nosotros nos encargamos es que ese protocolo se cumpla a rajatabla. Si toda la actuación no estuviera confirmada por nosotros como dirección médica, no se podría iniciar ningún Gran Premio. En este sentido, cada circuito es distinto y, por tanto, el material humano y medicalizado y mecanizado varía en cada circuito.

Source: La Razon

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