Descubren una proteína que controla la destrucción de grasa y podría servir para frenar la obesidad

Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) ha identificado una proteína que controla la destrucción de la grasa y podría servir como futuro objetivo terapéutico para reducir la obesidad. En concreto, según detallan en la revista «Nature Communications», han demostrado que la proteína denominada MKK6 controla la transformación de la grasa blanca, acumuladora de lípidos, en grasa marrón, que quema los lípidos para mantener la temperatura corporal reduciendo así la obesidad.

En su investigación, en la que participaron científicos del Hospital Universitario de Salamanca, analizaron muestras de grasa de pacientes obesos e identificaron que la proteína MKK6 está presente en mayor cantidad de lo habitual. Cuando analizaron en profundidad su funcionamiento, encontraron que dicha proteína reduce la transformación de la grasa blanca, acumuladora de lípidos, en grasa marrón, que consume esos lípidos para generar calor.

Gracias al empleo de modelos animales han podido demostrar que los ratones que carecen de esta proteína tienen una mayor cantidad de grasa parda y, en consecuencia, se encuentran protegidos ante la obesidad al eliminar la energía sobrante en forma de calor. Las investigadoras han demostrado incluso que la eliminación de esta proteína, una vez los ratones son obesos, serviría para frenar la obesidad y reducir peso, lo que confirma su utilidad como futura diana terapéutica en la lucha contra la obesidad.

En los últimos años la grasa parda está centrando mucha atención en la investigación en el campo de la obesidad, ya que es esencial para mantener el equilibrio energético y ayudar a regular la temperatura del cuerpo. Pero no toda la grasa es igual, explican los autores, ya que el metabolismo cuenta con dos tipos de tejido graso, el blanco que almacena calorías extra y el marrón o pardo, una grasa ‘buena’ que quema energía para mantener la temperatura adecuada. La grasa parda puede activarse por el frío y «genera calor en lugar de almacenar grasa», ha explicado Guadalupe Sabio, una de las autoras. Pero lo más interesante es que la grasa blanca normal «puede llegar a transformarse en parda y aumentar así la temperatura corporal».

Esto hace que la grasa parda se haya convertido en una posible diana terapéutica, ya que «la activación de este tejido podría utilizarse para eliminar el sobrepeso». Y según los resultados, «las personas obesas pierden esta capacidad de activar la grasa parda o de transformar la grasa blanca en parda y, por tanto, de perder peso mediante este proceso», ha añadido Nuria Matesanz, también investigadora de este trabajo. En su trabajo también han participado científicos del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de Santiago de Compostela y de la Universidad de Extremadura.

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Source: La Razon

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