SNES Classic Edition: El inmortal legado de los 16-bits [FW Labs]

El año pasado Nintendo nos dio a todos la NES Classic Edition, un adorable juguete con forma de NES en miniatura que además permitía jugar 30 selectos juegos en la comodidad de un emulador. Aquello funcionó a la perfección: la mini consola se agotó rápidamente, revelando que el público está ávido de nostalgia y más todavía si esta viene de Nintendo.

Aún así, en ese entonces muchos pensaron que si tan solo Nintendo hiciera lo mismo pero con una SNES, la jugada sería maestra. Entonces, un año después, Nintendo viene y repite con su consola de 16-bits: llega la Super Nintendo Classic Edition, la SNES Mini.

Al igual que en su momento lo hiciera el hardware original, la SNES Mini es una notable evolución de su antecesora.

Como la NES Mini, pero con Super Poder

La SNES Mini replica de forma exacta lo que fue la NES Mini en cuanto a lo que viene en la caja, con la diferencia obvia de la parte externa y de que ahora se incluyen dos controles y no hay una versión “single player” del paquete.

Respecto al hardware, ya sabíamos de antemano que se trata de la misma placa que hay debajo de la NES Mini. Eso abre la puerta para usos “no oficiales” que ya estaban disponibles en la NES Mini, aunque la decisión es lógica considerando la potencia que necesita para correr estos juegos sin problema.

¿Cuáles son esos juegos? Nintendo ha elegido 21 títulos para la SNES Classic, todos exitosos en su momento a excepción de uno que se completó en 1995 y que nunca se editó hasta ahora: Star Fox 2.

  • Contra III: The Alien Wars
  • Donkey Kong Country
  • EarthBound
  • Final Fantasy III
  • F-ZERO
  • Kirby Super Star
  • Kirby’s Dream Course
  • The Legend of Zelda: A Link to the Past
  • Mega Man X
  • Secret of Mana
  • Star Fox
  • Star Fox 2
  • Street Fighter II Turbo: Hyper Fighting
  • Super Castlevania IV
  • Super Ghouls ’n Ghosts
  • Super Mario Kart
  • Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars
  • Super Mario World
  • Super Metroid
  • Super Punch-Out!!
  • Yoshi’s Island

La lista es una excelente selección de plataformas, disparos, aventuras, RPG y carreras. Y si bien inevitable es entrar en la discusión sobre “qué faltó” (pregunta que hicimos en su momento), una cosa es muy clara: lo que Nintendo incluye en la SNES Mini en cuanto a catálogo es lo mejor de lo mejor.

Emulando juegos en 2017

Lógicamente, los juegos corren sobre un emulador y aquello era lo que más curiosidad generó antes de su lanzamiento. Porque muchos juegos de la SNES se basaron en hardware extra agregado a los cartuchos (los famosos “chips”) que expandían las funciones de la consola, al punto de que muchos juegos no hubiera funcionado sin esa ayuda. Ejemplo de esto son ambos Star Fox y Yoshi’s Island, basados en el chip Super FX que nunca tuvo emulación oficial por parte de Nintendo en plataformas como la Consola Virtual de Wii o Wii U.

Afortunadamente, las dudas que podían haber respecto a la emulación se esfumaron al ver esos juegos en la SNES Mini: todos corren muy bien. La emulación no es perfecta (recomiendo el análisis de Digital Foundry que detalla muy bien las diferencias respecto al hardware original) pero para la casi totalidad de usuarios, esto no será jamás un problema. No hay input lag en los juegos y el sonido -uno de los puntos quizás más complejos de la Super Nintendo- es una reproducción muy fiel del original.

Nintendo agregó a la SNES Mini una función extra en el menú, que es la de rebobinar los juegos y que se suma a los puntos de guardado que ya venían en la NES Mini. No se trata de un agregado trascendental y de hecho lo he usado muy poco en mi recorrido superficial por el catálogo, pero en ciertos juegos más de alguien lo agradecerá.

En cuanto a la presentación de los juegos, se mantienen los formatos de la NES Mini: Pixel Perfect (representación de la imagen con pixeles perfectamente cuadrados), 4:3 (se estira levemente la imagen para darle la proporción 4:3 de los televisores de la época) y Filtro CRT, que simula las lineas horizontales de una pantalla antigua.

Ese último filtro está, en mi opinión, muy mejorado respecto a la NES Classic; en esa consola aparece un levemente molesto efecto de flickering cuando en el movimiento horizontal y que en juegos con Super Mario Bros. 3 es bastante notorio. En cambio, en la SNES Mini el filtro es más sutil y menos agresivo; a mi gusto, las falsas scanlines que atraviesan la pantalla sirven muy bien para suavizar la imagen en un panel LED.

Por último, ahora se agregan además unos marcos que sirven para adornar el espacio negro sobrante de la pantalla que lucen bastante bien. Son varios modelos para elegir y me da la sensación de que todos los juegos tienen uno que encaja muy bien con su temática. Excelente detalle.

Los juegos, el peak de una era

Pero lo que realmente hace destacar a la SNES y a esta versión miniatura que se acaba de estrenar son los juegos: los 16-bits representan el peak de una era y honestamente, creo que no se comete un pecado al decir que los juegos de la NES en 8-bits eran buenos a la vez que versiones rudimentarias de géneros que en la SNES y los 16-bits terminaron por explotar. La NES sentó las bases, pero sus límites técnicos eran evidentes incluso para la época y por eso nos encontramos con títulos y franquicias que no fue hasta la siguiente generación que presentaron su forma definitiva.

¿Cómo no sentirse en su momento maravillado con la variedad de un shooter tan sencillo como Contra III, que tomó lo que había sido Contra en NES y lo llevó a un siguiente nivel? ¿Cómo no reconocer en Mario Kart la base para un juego tan exitoso que sigue vigente hasta el día de hoy? ¿Cómo no deleitarse con la excelente conversión casera de un coloso de los arcades como Street Fighter II? ¿Y cómo no sentirse estar más allá de los 16-bits con los gráficos de Donkey Kong Country o Yoshi’s Island?

Los juegos de Super Nintendo levantaron el estándar que conocíamos y muchos de los que hay en la SNES Mini trascienden hasta hoy. Y eso marca la diferencia respecto a la NES Classic Edition del año pasado: títulos como A Link to the Past, Mario Kart, Secret of Mana o Earthbound hoy se siguen jugando a la perfección, no se sienten añejos y tienen el mejor “envejecimiento digital” que se ha visto en la historia de los videojuegos.

La SNES Mini: El inmortal legado de los 16-bits

¿Qué se le puede criticar a la Super Nintendo Classic Edition? Tal vez que la emulación no es 100% perfecta, pero aquello no va a molestar a nadie excepto a los más puristas de la época que con toda seguridad tienen una SNES original y no se tendrían por qué preocupar de lo que ofrece esta edición. O tal vez se podría criticar a Nintendo por el precio (sobre todo en Latinoamérica), pero considerando la selección de juegos y el precio equivalente a comprar los cartuchos originales, el valor tampoco está tan mal.

Lo importante de un aparato como este (y aplica también a la NES Mini) es lo que representa, sobre todo en una industria poco dada a conservar y mantener su legado. En este caso, el verdadero valor está en los juegos, en lo que los desarrolladores lograron escribiendo código para la Super Nintendo y dejando un legado invaluable que, como pocas consolas del pasado, 25 años después sigue tan vigente como nunca. La prueba irrefutable son estos 21 elegidos de la SNES Classic Edition.

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Source: fayerwayer

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