Dembélé se sobrepone a la timidez con una asistencia en el día de su debut

El francés Ousmane Dembéle, el fichaje más caro de la historia del Barcelona, disputó hoy ante el Espanyol (5-0) sus 22 primeros minutos con la zamarra azulgrana, un debut que redondeó con una asistencia a Luis Suarez, autor del quinto gol, sobreponiéndose la timidez lógica de estrenarse en el Camp Nou.

El joven extremo de 20 años probó por vez primera la sensación de jugar un partido en el Camp Nou, cuya afición le mimó con aplausos y ovaciones cuando entró en el terreno de juego con el partido decidido.

Tras dos semanas ejercitándose en la Ciudad Deportiva y adaptándose a la cultura futbolística y mediática del club azulgrana, Valverde decidió que Ousmane empezara el partido en el banquillo.

El técnico extremeño ya dio pistas ayer en su comparecencia previa de que todavía era temprano para que jugara de inicio junto a Messi y Suárez: «Le ha venido bien estar estos días aquí. Es verdad que ha sufrido la inactividad y el ser el centro de atención mediático, pero poco a poco en los entrenamientos se le ve más suelto. Yo pienso que está preparado».

El momento de Dembélé llego en el minuto 68, justo después de que Leo Messi anotara el tercer tanto en su cuenta personal y dejara el partido sentenciado.

Entró en lugar de Deulofeu, que completó en el extremo derecho un partido más que correcto y solidario acompañando al ’10’ azulgrana y a Luis Suárez.

Antes de que el árbitro le diera permiso para entrar en el terreno de juego, intercambió unas palabras con Valverde, presumiblemente en inglés, ya que el jugador galo todavía no habla español.

Tras la sonora ovación del público azulgrana, se situó en la banda derecha e intercambió una mirada con Messi, autor hoy de un triplete, que parecía darle la bienvenida en su territorio.

Fueron 22 minutos en los que el exjugador del Borussia de Dortmund dio alguna pincelada fugaz de su agilidad, rapidez y capacidad de desborde, forzando incluso una tarjeta amarilla a Aarón, su marcador.

Finalmente, con el Espanyol desordenado y desconcentrado, Ousmane encontró un balón con espacios atrás y campo a recorrer, donde parece sentirse como pez en el agua. El francés asistió a Luis Suárez dentro del área, que cerraba la goleada en el minuto 90.

Fue un final feliz para Dembélé, que corrió a abrazarse con el uruguayo. Le felicitaron también todos sus compañeros y se vio al fin la sonrisa de Ousmane, ‘el mosquito’ como le apodó Umititi, y que seguramente no jugó su mejor partido pero por lo menos cerró con una asistencia 22 minutos que no olvidará.

EFE / LR

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Source: Informe21

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